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jueves, 8 de julio de 2010

EL HOMBRE... VERDUGO DE SU DESTINO.




La biosfera, amenazada por el hombre



Probablemente, va a ser el hombre y su acción sobre el medio ambiente, el que va a determinar las características del futuro más inmediato de la biosfera. Dos rasgos fundamentales distinguen a la evolución humana de la del resto de seres vivos: una rápida y potente evolución cultural, que se suma a la más lenta y común con otros seres vivos, la evolución genética, y como consecuencia de esta cultura, una acción sobre el medio ambiente de gran envergadura, que ningún ser vivo había producido hasta la fecha; como consecuencia el hombre, puede influir sobre su propio proceso evolutivo, para bien o para mal.
Y ahí está el peligro... el gran potencial intelectual de la especie humana es capaz de modificar drásticamente y de forma acelerada su medio ambiente, pero este enorme poder intelectual que deriva de su acelerado desarrollo cerebral, desgraciadamente, no va acompañado de una acción sabia sobre su ambiente, con lo cual nuestra especie corre el peligro de autosuicidarse, al provocar un deterioro irreparable en la biosfera, de la que depende.
Quizá el problema más importante que sufre la humanidad es la superpoblación. La naturaleza es sabia y cuando otras poblaciones de seres vivos, aumentan en exceso, de forma natural se autorregulan, pues hay una resistencia ambiental que frena el aumento excesivo de cualquier población; aparece escasez de recursos, tales como alimento, espacio, luz... y sobrevienen enfermedades que diezman las poblaciones; además los depredadores mantienen a raya a las poblaciones de las presas, estableciéndose un equilibrio entre las poblaciones de depredadores y presas; por lo tanto el exceso de población se elimina naturalmente, mediante la acción de depredadores, o de infecciones o de mortandad a causa de falta de recursos y las poblaciones mantienen un cierto equilibrio con su ambiente.
Pero en el caso de la especie humana, la cosa cambia: No tiene enemigos en otros animales, ha logrado superar gran parte de las enfermedades microbianas, los adelantos médicos, impiden que haya una mortandad como en otros animales y se reproduce a un ritmo considerable. Los enemigos del hombre son los propios humanos; pero a pesar de las guerras, que existen desde que la humanidad hizo su aparición sobre el planeta y que en cierto modo son mecanismos autorreguladores de las poblaciones humanas, la especie humana ha aumentado de forma alarmante y lo sigue haciendo.
En el año 1000 éramos menos de 500 millones, en el año 2000 llegamos a 6.000 millones y en 1930 no éramos más que 2.000 millones. El censo humano sobrepasará los 9.000 millones en el año 2050, si seguimos a este ritmo, en esta explosión demográfica. La población humana aumenta en unas 10 mil personas cada hora, 85 millones por año. Y para más agravio, la gran mayoría de los recursos son consumidos por una minoría en los países llamados desarrollados.
Sumemos a este exceso de población, el enorme consumo de recursos naturales que exige nuestro desarrollo tecnológico y comprenderemos el injusto abuso al que sometemos nuestro planeta.
Los demás problemas ambientales son consecuencia directa de la superpoblación humana y del consumo desmesurado de recursos ambientales debido al desarrollo tecnológico.
El consumo energético que conlleva el desarrollo humano radica actualmente en las llamadas "energías sucias", basadas en los biocombustibles fósiles, carbón y sobre todo, petróleo; estas energías son altamente contaminantes, no sólo por los gases nocivos que se desprenden a la atmósfera en su utilización, sino por los vertidos al mar (las mareas negras) y los residuos que generan, muchos no biodegradables, como los plásticos derivados del petróleo. Por nuestro bien, es de esperar que se utilicen en un futuro energías más limpias: solar, eólica, de biomasa,.... y sobre todo, la de fusión, la energía de las estrellas, de gran potencia, aunque su tecnología, todavía no está suficientemente desarrollada; como en un plazo de 50 - 100 años, el petróleo se agotará, el hombre se verá obligado a utilizar otro tipo de energías; esperemos que el deterioro ambiental para este futuro próximo no sea irreversible...
Otra acción negativa del hombre es el deterioro de espacios verdes, bosques y selvas. Alrededor del 6% del área continental se encuentra cubierta por la selva tropical; cada año se destruye el 1% de estas áreas verdes del planeta. Estas masas verdes son verdaderos pulmones del planeta que oxigenan el ambiente (fotosintéticamente), atraen las lluvias al mantener un ambiente húmedo, protegen al suelo de la erosión, son el hábitat de gran cantidad de seres vivos, son fuente de alimento y medicinas naturales... Nosotros, con nuestra miopía intelectual estamos acabando con tales recursos naturales, explotándolos de forma desmesurada para obtener espacios abiertos para la agricultura, ganadería, madera para las industrias madereras y del papel; estas explotaciones quizá sean necesarias pero deberían llevarse a cabo de forma más comedida y racional sin que primaran intereses económicos y lucrativos dudosos, tales como obtener madera barata mediante incendios provocados en los bosques, o para satisfacer intereses urbanísticos. Con la tala desmesurada de estos espacios verdes, favorecemos la desertización, privando a los terrenos de estos bosques y provocando la excesiva erosión, con el empobrecimiento o desaparición de los suelos y la desaparición de las formas de vida. En la desaparición de los bosques y selvas, también contribuyen los incendios, muchos de ellos provocados.
La contaminación es otra de las agresiones humanas al ambiente. Esta contaminación se realiza en la tierra, en el agua y en el aire. El medio terrestre está siendo contaminado por residuos humanos de todo tipo: vertidos de aguas sucias, exceso de abonos, plaguicidas,... y sobre todo residuos sólidos urbanos, las basuras, que muchas veces no se gestionan debidamente, ensuciando los campos y muchas de ellas como los plásticos no son biodegradables. Las aguas dulces y saladas se ensucian constantemente, por los vertidos de aguas residuales de ciudades, industrias, etc, vertidos petrolíferos (mareas negras), residuos radiactivos, etc. La atmósfera se contamina mediante todo tipo de gases y partículas de desecho procedentes de los transportes, industrias, fábricas, ciudades, etc.; estos gases incrementan el calentamiento global (efecto invernadero), o contribuyen a deteriorar la capa de ozono, o provocan las lluvias ácidas que deterioran la flora y la fauna, o hacen el ambiente irrespirable....
La disminución de la biodiversidad es otro de los grandes problemas que sufre la biosfera. Se estima que cada día perdemos 100 especies de plantas y animales. De esta forma se pierde un recurso, no sólo por su interés biológico en sí, sino por que se desequilibran los ecosistemas de los que forman parte estas especies y además porque pueden ser de utilidad al hombre como fuente de fármacos y de nuevos productos alimenticios. En este sentido, la especie humana es la principal causante de la actual extinción de formas de vida.
Otro factor negativo es el agotamiento de recursos naturales por la creciente demanda humana causada por la superpoblación y el desarrollo humano. Recursos no renovables tales como, los combustibles fósiles, minerales y rocas, y sobre todo, agua dulce, escasean cada vez más; el que los combustibles se agoten, a la larga, puede ser beneficioso, pues de esta forma se utilizarán energías alternativas menos contaminantes; pero hay un recurso semirrenovable, el agua dulce, del que depende la humanidad y este recursos es cada vez más escaso, estando los problemas de abastecimiento de agua dulce cada vez más generalizados, favorecidos por la desaparición de bosques que atraen a las lluvias y por la desertización. Es posible que se pueda obtener agua dulce a partir de agua salada, pero, esto todavía no se ha conseguido de manera rentable.
Además de todas estas agresiones, no se descarta una posible guerra nuclear, con la emisión de radiaciones que dañen las especies vegetales y animales, además de acabar con parte o toda la humanidad.
¿Qué deberíamos hacer ante este negro panorama? En primer lugar, tomar conciencia del problema; parece ser que poco a poco lo estamos haciendo, pero las acciones propuestas para remediarlo, suponiendo que se propongan, no siempre se cumplen, o se cumplen de forma débil, lenta e insuficiente: hay fuertes intereses económicos establecidos en juego que paralizan las posibles acciones y los políticos, que son los que tienen mayor poder a este respecto, muchos de ellos implicados en estos juegos de intereses, no actúan con la eficacia debida.
Actualmente se habla del llamado "desarrollo sostenible": un desarrollo humano que no sea tan agresivo con el medio ambiente y que permita su saludable existencia; pero este equilibrio entre el desarrollo humano y la preservación del medio ambiente es difícil y requiere una acción conjunta y coordinada de todos los estamentos sociales, de toda la humanidad. Aunque la ciencia y la técnica podrían, mediante inventos y acciones adecuadas superar muchos de estos problemas (agua dulce a partir de agua salada, alimentos transgénicos, repoblación forestal, nuevos sistemas agrícolas, energías limpias, control de lluvias, reciclaje de basuras, bacterias que degradan residuos, etc.) tiene que haber un cambio de mentalidad en los grupos de poder de la humanidad para llevar a cabo tales acciones de forma eficaz; no sólo es un problema científico y tecnológico, sino también, y sobre todo, un problema ético, social y político. La verdad es que el futuro se ve bastante turbio...
De todas maneras, suponiendo que la humanidad desaparezca antes de lo que como especie se espera, y que la biosfera quede dañada por su culpa, ésta se recuperaría, en un plazo prudencial y quizá nuestra desaparición, como la de los dinosaurios, diera la oportunidad al desarrollo y evolución de otras formas animales.... Esperemos que esto no suceda y seamos nosotros los que evolucionemos y originemos especies más directamente relacionadas con nosotros, en nuestra línea, pero más inteligentes y sabias, que posiblemente se expandan por el sistema solar y quizá por otras zonas del espacio...

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